jueves, 5 de junio de 2025

Intervención en el plenario de la 113° reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo

 Sesión Plenaria de la 113° reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo

 Hugo Barretto Ghione

Gobierno de la República Oriental del Uruguay

 

 Sr. Presidente:

 Celebramos la Memoria del Director General que vuelve sobre el tema que da origen y fundamento a la OIT: la Justicia Social, así como su iniciativa sobre la Coalición Mundial como una contribución relevante para la dinamización del multilateralismo.

 Compartimos que la justicia social depende del fortalecimiento de la relación entre empleo, derechos y crecimiento en el marco de principios democráticos, componentes todos que requieren de interlocutores sociales representativos y plenamente reconocidos por el Estado.

 Nuestro país cuenta con organizaciones de empleadores y trabajadores genuinas que aportan a la mejora de la calidad democrática desde la perspectiva económica y social, ya que la democracia no se agota en su dimensión política.

 Esta gobernanza se traduce en la práctica del tripartismo y el dialogo social, al punto que la Declaración de Filadelfia la define como una colaboración de los representantes de trabajadores y de empleadores en pié de igualdad con los gobiernos.

 Sin embargo, la fórmula del nexo entre “Empleo, Derechos y Crecimiento”, con ser oportuna,  no deja de presentar tensiones a su interior, derivadas de que, si bien el crecimiento es condición necesaria para la creación de empleo,  nunca ha sido suficiente si queda librado al mercado. 

 En el caso de Uruguay, estamos comprometidos a que todo crecimiento se acompañe de una distribución que disminuya los márgenes de desigualdad social que tanto se han incrementado en los últimos años.

 A partir del 1° de julio se desarrollará una nueva ronda de negociación colectiva tripartita para fijar salarios mínimos - tal como es tradicional en nuestro sistema de relaciones laborales - y uno de los objetivos centrales del gobierno será justamente la mejora del ingreso de trabajadores y trabajadoras con salarios insuficientes.

 Otro aspecto a destacar de la Memoria es la importancia que asigna a la calidad del empleo.

 Una de las vías para mejorar la calidad del empleo es mediante la reducción del tiempo de trabajo. El Gobierno considera que debe revisarse la normativa nacional ya que mantiene un tope de 48 horas semanales que resulta excesivo para la actual evolución tecnológica en equipos y organización del trabajo.

 Impulsaremos que mediante el diálogo social y la negociación se generen acuerdos para la reducción del tiempo de trabajo, la productividad, el derecho a la desconexión y la formación profesional.

 Hace muy bien la Memoria en recordar la intervención de Amartya Sen en la Conferencia de 1999 y su pensamiento basado en derechos con fundamento ético social, cuyo logro debe propiciarse a través de la mejora de las instituciones laborales.

 Por ello es política del gobierno incrementar la dotación de inspectores y valorar el papel de la libertad sindical, que incluye el derecho de huelga y la utilización de mecanismos autónomos para la resolución de conflictos colectivos.

 El programa a desarrollar sobre calidad del empleo comprende asimismo medidas sobre empleo juvenil, no discriminación y cuidados.

 En cuanto a la justicia laboral, tomamos en cuenta los aportes de la reciente reunión tripartita  de OIT y observamos que muchas veces se desconoce el acceso mediante cláusulas contractuales que someten las controversias laborales a tribunales arbitrales en países distantes a miles de kilómetros.  

 Sobre el uso de plataformas digitales en el trabajo queremos aportar en en la OIT para la adopción de un convenio internacional que regule la utilización de algoritmos para la gestión del trabajo y provea de criterios para la calificación de los vínculos entre trabajadores y empresas.

 En suma, ratificamos el compromiso del Gobierno nacional con la OIT y el objetivo de la Justicia Social.