sábado, 9 de mayo de 2015

María Josefina Plá recibe el premio "Montevideanas" de la Intendencia Municipal de Montevideo


 
En fines de abril  la Comisión de Género y Equidad de la Junta Departamental de Montevideo distinguió a María Josefina Plá con el premio Montevideanas,  que le fue entregado en emotivo acto en la sala Zitarrosa.
María Josefina integró, obviamente, el “Grupo de los Miércoles” que su padre, el Profesor Américo Plá Rodríguez fundó a mediados de los años setenta del siglo pasado, en medio de la noche de la dictadura “cívico – militar”. Pero su compromiso social y político tiene horizontes mucho más amplios que el laboralismo: fue integrante del  Servicio Paz y Justicia y del  Movimiento Vivienda Decorosa, ha sido asesora jurídica de la obra del Padre Cacho, y asesora sindical del gremio bancario. En 1982 formó parte de la Comisión por el “Voto en Blanco”, cuando los militares impulsaron una elección interna entre los partidos tradicionales dejando proscripta a las fuerzas de izquierda.
Desde muy joven se asentó en un barrio popular de Montevideo, Flor de Maroñas, desde donde desplegó su actividad profesional a favor de los sectores más vulnerables. En 2007 adoptó a 3 hermanos huérfanos. María Josefina es entrañable. Su sola presencia  trasmite esperanza, alegría y serenidad. Su palabra va a lo esencial.
Comparto su discurso, una muestra emblemática de su ser.
 
Señora Intendenta de Montevideo, Profesora Ana Olivera

Señores Miembros de la Junta Departamental de Montevideo

Señoras y Señores, amigas y amigos:

Quiero esta noche empezar por saludar y agradecer la presencia de todos ustedes

Me gusta mucho detenerme en los graffitti de la ciudad, y sentirme expresada en la sabiduría de quien los pintó. Hoy recuerdo el que un día descubrí transitando una callecita montevideana “No hay lenguaje que pueda expresar el alma”. Algo de eso siento aquí frente al honor conferido. Por eso me vienen a la vez ganas de decir muchas cosas y a la vez de permanecer en silencio

Pese a ello he venido a agradecer, a hacer memoria, y a comprometerme.

1. AGRADECER. Para agradecer, le pediría prestadas las palabras a Violeta Parra “Gracias a la vida que me ha dado tanto” o podría con María cantar el Magnificat.

Gracias a la familia en que nací, que me regaló tantas oportunidades, tantos alientos, tantos ejemplos, tanta libertad, tanta tolerancia y respeto ante opciones o situaciones que podían no compartir.

Gracias al lugar -Uruguay y concretamente Montevideo- y al tiempo en que he vivido –siglos XX y XXI- y a todas las circunstancias, a todos los trayectos e itinerarios donde puede parecer que hubo pocas mudanzas o cambios, y sin embargo hubo mucha novedad, sorpresa, y asombro renovado cada día

Gracias a la fe, pero no una fe "recibida y conservada" sino siempre recreada y recibida como nueva "revelación", en la historia concreta.

Gracias a todas las circunstancias difíciles por las que debí transitar, personal y colectivamente, porque se convirtieron en aprendizajes de que “la vida siempre puede más”, como decía Victoria Diez camino al fusilamiento; o que “la vida solo cuesta vida”, como dicen otros graffitti.

Como esta “trayectoria recorrida”, yo no la he transitado sola, siento que el premio le pertenece a muchos, y así lo recibo en nombre de todos aquellos y aquellas que caminaron conmigo, en cada trecho del camino y me ayudaron a ser la mujer que soy. A todas y todos muchas gracias.

También agradezco el don de vivir con pasión todas las cosas que hice a lo largo de mi vida, pero muy especialmente la capacidad de disfrute de las cosas más pequeñas y aparentemente insignificantes.

2. MEMORIA. Desearía en segundo lugar hacer memoria de algunos mojones de la trayectoria, algunas vivencias fuertes, descubriendo una vez más como se van anudando.

Me resulta grato hacer así un homenaje a Eduardo Galeano, a quien despedimos la semana pasada pero que lo sentimos vivo, quien nos decía “recordar es volver a pasar por el corazón”

Entre los indígenas se cree que la memoria es una de las siete guías para andar sus pasos; ella apunta siempre al mañana… ayuda a no repetir pesadillas y a que las alegrías sean siempre nuevas…

Desde que supe de esta distinción, vengo haciendo esta memoria fecunda, incluso escribí muchos mojones, pero al final decidí guardarlos en mi corazón, y sé que también están atesorados en el corazón de los presentes, todos aquí tienen trazos de mi vida entrelazadas con las suyas. Doy por bien vivido todo lo vivido, y esta memoria agradecida es fuente de fortaleza para mi presente, así como para alimentar el futuro.

Una constante en mi modo de ir haciendo camino ha sido, ahora lo releo, es dejarme llamar, convocar, por la vida misma. Esa constituye una de mis marcas mayores en la forma de buscar el camino; mis búsquedas no se caracterizan por mi iniciativa sino por “dejarme encontrar”. Más que ponerme plazos, metas, objetivos, yo me siento vibrar, asombrar ante alguna señal, que luego voy siguiendo e hilvanando. Ya lo decía Víctor Frankl: “el sentido de vida no se inventa, se encuentra”, y dice más, “a veces no esperamos nada de la vida, pero la vida sí espera algo de nosotros”. Vivir con sentido eso que la vida nos ofrece, como regalo o como desafío, en general ambas cosas a la vez, allí está el secreto.

Me eduqué en el colegio de las Hermanas del Sagrado Corazón. Allí hice Preparatorios de Derecho. Me recibí de abogada cuando el país se sumía en la dictadura.

 Y en medio de la noche de la dictadura, la llegada en 1975 a la parroquia Santa Gema en Maroñas, marca uno de los momentos significativos de mi vida, con el descubrimiento de una Iglesia que buscaba servir al mundo, que se reunía y celebraba en las casas de los vecinos. Allí fue el aprendizaje de la fraternidad y de la solidaridad cada día. En agosto celebraremos los 40 años de aquel día que marcó tan a fondo mi vida y que me llevó a vivir en Flor de Maroñas desde 1977.

Y así la profesión se fue perfilando a una nueva realidad personal. Fue el tiempo de abrir consultorios barriales en Santa Gema; de tener proyectos con instituciones del barrio; fue la creación de MOVIDE, nucleando en 1982 a barrios que sufrían la amenaza de desalojos que se pretendían hacer en forma colectiva y de un plumazo; de atender durante 10 años en la Obra Padre Cacho en la zona de Casavalle… Y todo alternado con mi trabajo en AEBU o en derecho laboral.

 Quiero recordar especialmente dos proyectos con mujeres: “Recuperando nuestra identidad”, un proyecto de cédulas de identidad en el barrio para que no hubiera niños sin ir a la escuela por no tener cédula o ni siquiera estar inscriptos, y el proyecto de viviendas de la “Cooperativa de mujeres jefas de hogar”, de la calle Perez Castellanos.

Con emoción recuerdo la actuación política y la lucha por los derechos humanos, como una expresión del compromiso del cristiano en la construcción de una sociedad más justa, y más humana: el NO del 80, la creación del SERPAJ en el 81, integrar la comisión por el voto en blanco en 1982, el ayuno de Perico -y otros- en 1983, y  el apoyo ante la disolución del SERPAJ, el ayuno por Wassen en el 84, la amnistía en el 85, la lucha contra la ley de caducidad… entre otros tantos recuerdos.

Se habló también al proponerme la distinción de los viajes donde fui testigo de realidades muy especiales: Nicaragua en 1985 donde viví los  ecos del 6to aniversario de la Revolución en una semana de solidaridad;  Sudáfrica y Haití, como observadora de las elecciones. Sin duda unas de las experiencias más lindas de la vida, ¿cómo no recordar aquella noche en que acababa el apartheid y se izaba una nueva bandera de Sudádrica y se elegía a Mandela como Presidente?!

Pasó el tiempo laboral, llegó la jubilación, pero la vida siguió ofreciendo sus desafíos y esperando una respuesta. Fue tiempo también de acompañar a mis padres. Y es ahí que irrumpe la historia de los tres niños que desde 2008 forman mi actual familia: Ana, Virginia y Ricardo. No voy a contar la historia de cómo mi camino se cruzó con el de ellos. Mucho dolor y también mucho asombro… Vinieron otros lugares a transitar, el Pereira Rossell, la Teletón, escuelas y centros de apoyo. El barrio que yo creía conocer con 30 años de transitar cotidiano se llenó de otros nudos y lazos que disfruto…

Llegaron manos solidarias a abrazar… llegó la sonrisa, la risa y el aplauso de Anita, para asombrarnos y contemplar el milagro cotidiano…

Hoy miramos la ciudad buscando y aplaudiendo cada esfuerzo de mayor accesibilidad…

3. COMPROMISO. La última palabra era la de compromiso, porque como decía el Obispo Angelelli, mártir de Argentina, “Hay que seguir andando nomás”. La trayectoria no se termina, Dios me ha dado la gracia de reconocer la vida allí donde nadie la busca ni la espera. “Hay que vivirlo”, dijera con sonrisa mi vecino Artemio.

Otro mundo es posible. Nuestra contribución es un granito de arena en el inmenso universo y sin embargo si no lo ponemos faltará. Un escritor, O´Murchu, hablando de una categoría cristiana como “el Reino de Dios”, resalta la importancia de “nombrar y celebrar las relaciones vivificantes”. Eso he intentado hacer a lo largo del trayecto vivido y espero seguir haciéndolo. O´Murchu sostiene que la transformación del mundo aparece más viable si se empieza en las márgenes o en la periferia (expresión tan cara al papa Francisco) y que hay que buscar la poesía más que la política. Podríamos concluir nosotros, nunca una sin la otra.

Y quiero terminar con la frase de Gandhi “Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga”

Muchas gracias.

María Josefina Plá.

20 de abril, 2015

Oscar Alzaga nos regala unos textos sobre Rulfo

En una reciente comunicación, Oscar Alzaga nos envía unos textos sobre el gran escritor Juan Rulfo que compartimos con nuestros amigos del blog:

Juan Rulfo explica su novela:

“Pedro Páramo es un cacique. Eso ni quien se lo quite. Estos sujetos aparecieron en nuestro continente desde le época de la conquista con el nombre de encomenderos, y ni las Leyes de Indias ni el fin del coloniaje, ni aún las revoluciones, lograron extirpar esa mala yerba. (…)

“Pedro Páramo es un cacique de los que abundan todavía en nuestros países: hombres que adquieren poder mediante la acumulación de bienes y éstos, a su vez, les otorgan un grado muy alto de impunidad para someter al prójimo e imponer sus propias leyes. (…)

“Las fuerzas del poder, no obstante que operan en todas direcciones, permanecen en la oscuridad. Uno debería saber dónde se oculta aquello que causa a veces tanto daño (…) quisiera saber qué es lo que hace tan miserable nuestra vida. Usted dirá que ese planteamiento no aparece en Pedro Páramo; pero yo le digo que sí, que allí está desde el principio y que toda la novela se reduce a esa sola y única pregunta: ¿dónde está la fuerza que causa tanta miseria? Y hablo de miseria con todas sus implicaciones.”

Juan Rulfo no publica esta nota. Aparece después de muerto en Cuadernos de Juan Rulfo. Ed. Era. 1997 y la revista Letras libres de diciembre 2000.

La explicación de JR se ajusta a la verdad, precisa quiénes son los caciques, los hombres de horca y cuchillo, venidos desde la conquista. También comenta su novela, lo que es mucho más difícil: el personaje es tan complejo como la obra, por ello resulta lúcida su reflexión. Porque advertimos, que “las fuerzas del poder, no obstante que operan en todas direcciones, permanecen en la oscuridad”. Y que “uno debería saber dónde se oculta aquello que causa a veces tanto daño.” Ese es la cuestión: todos se rinden ante el poder de Pedro Páramo, pero pocos saben cómo lo ejerce y con qué medios. En la novela nada es obvio solo vemos personas muertas, una trama de casi 80 años y en la urdimbre solo hablan los muertos con un lenguaje popular de tremenda belleza:

Oía de vez en cuando el sonido de las palabras, y notaba la diferencia. Porque las palabras que había oído hasta entonces, hasta entonces lo supe, no tenían ningún sonido, no sonaban, se sentían; pero sin sonido, como las que se oyen durante los sueños.

Vemos a Pedro Páramo acumular propiedades ajenas, ejercer la violencia con impunidad, tener hijos y abandonarlos igual que a sus madres, ejerce la corrupción, torcer leyes y autoridades usando al abogado, engañar al pueblo y embrutecerlo con la iglesia, matar con su pistolero, corromper revolucionarios que luchan contra la dictadura, hasta llegar al peor momento: la caída Comala, parando las labores en su propiedad y la miseria la extiende, deja todo abandonado y puras almas en pena. Rulfo tiene razón: el personaje y el pueblo quedan en la oscuridad.

Toca a los lectores buscar dónde se oculta aquello que causa a veces tanto daño.
                                                                          (Selección de párrafos y nota de OA. 17-IV-15)

Pensamiento crítico y capitalismo


Crisis terminal del capitalismo o crisis terminal de la humanidad.

 

Pablo González Casanova

El conocido intelectual mexicano expone en el reciente evento zapatista “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista”.El siguiente es el texto de su intervención.

La enorme contribución de creencias y religiones a la emancipación de nuestra América es uno de los grandes legados que tenemos y al que se añadió –entre luchas contra las oligarquías y los imperios, la fuerza de un liberalismo radical, que más que una ideología es parte esencial de nuestra cultura, tan viva hoy en la lucha por la libertad como en la nueva y enredada lucha de clases y contra el imperialismo.

La creación de espacios laicos en plazas, escuelas y universidades dio a la lucha por la Independencia y la libertad armas notables que se renovaron por pensadores, políticos y revolucionarios del más alto nivel. Muchos de ellos desde el siglo XIX han enriquecido nuestras revoluciones con los más variados combates y pensamientos. En todos estos sobresalen, con valiosas aportaciones, los zapatistas y sus sucesores en México y La Lacandona, así como los descendientes de Túpac Amaru y otros movimientos indios de América del Sur, que desde hace más de 500 años no han dejado de combatir por sus tierras y sus ideas, y a los que el movimiento boliviano, con Evo Morales y Álvaro García Linera, enriquecen con planteamientos de una democracia y un socialismo pluriétnicos.

A esa variedad de luchas se añaden otras más que siguiendo la vía pacífica de la Unidad Popular y de Salvador Allende en Chile, dan hoy primordial importancia a que del ejército salgan quienes apoyen a su pueblo con férrea lealtad y profundo compromiso moral e ideológico. El general cristiano y revolucionario Hugo Chávez, diestro en la teoría, la política y las armas, añadió a la memoria y la imaginación creadora de los movimientos anteriores la contribución insistente de que el socialismo será obra del pueblo o no será, y al mismo tiempo reformuló los planteamientos bolivarianos que enriquecen a la Revolución Latinoamericana y que contribuyen a unir en un proyecto común, contra las intervenciones extranjeras, a todos los dirigentes de América Latina –tengan la ideología y la posición política que tengan– para que se unan en la defensa de sus integrantes, a fin de que, como un solo bloque, actúen en un mundo dominado por bloques. Al mismo tiempo que Chávez planteó ese proyecto continental y por un mundo en que impere la paz, en su país se propuso emprender una clara lucha por la democracia, la independencia y el socialismo. Chávez se sumó así a quienes en América Latina han hecho importantes contribuciones a la emancipación y la vida humana, desde Cuba, Chile, el Sureste Mexicano, Bolivia y Ecuador.

La originalidad de esas contribuciones, y el hecho de que América Latina haya sido calificada como la región de avanzada mundial en los nuevos planteamientos por la emancipación, nos induce a pensar en términos locales y universales, sin esperar a que éstos nos vengan de Heidelberg o París como originales a copiar, y sin olvidar que cada movimiento emancipador actuará a su modo, desechando recetas que supuestamente se deben aplicar en todo tiempo y lugar, pero aprovechando conceptos derivados de las más variadas experiencias, y que se repiten aquí y ahora, y aun en esas más concretas hay que ver cómo se comportan en las circunstancias en que cada movimiento actúa.

Con este ánimo tenemos hoy que redefinir claramente el mundo que queremos para que se vea que no estamos hablando por hablar. Tenemos que redefinir y materializar palabras como libertad, justicia y democracia, de las que muchas veces se ha perdido la atención, la memoria y la práctica de su significado verbal y actual. Redefinirlas y materializarlas es parte de una tarea universal, pues en un momento de crisis mundial de las ideologías, como el que vivimos, nosotros mismos usamos esas palabras sin ver cómo las hemos redefinido y cómo las hemos materializado.

Estoy seguro de que ningún mensaje es más urgente y necesario que plantear la preservación de la vida en la Tierra, la emancipación del ser humano, y la organización local, regional y global de colectividades y colectivos de jóvenes, de pueblos, de trabajadores, de campesinos, de profesionales, que honren su palabra, articulen su voluntad y materialicen su experiencia, dominen su información, y su forma de dialogar y acordar con serenidad y firmeza para defender efectivamente la libertad y la vida.

No quiero extenderme mucho. Me limitaré a definiciones que tengan que ver con la lucha actual, real y material.

* * *

Empezaré por la palabra democracia, que es la más vinculada al qué hacer y cómo hacerlo, la más instrumental. Por democracia entendemos que las grandes decisiones las tome el pueblo, y que en última instancia sea comportamiento obligado que el pueblo diga qué hacer o qué medida tomar, y que en las decisiones de riesgo se diga antes de la decisión ¿cuál medida se debe tomar y qué riesgos es preferible asumir?

Para que no se quede en palabras reconocer que corresponde al pueblo eso que llaman soberanía, hoy podemos combinar las técnicas más antiguas de la democracia directa, en localidades o empresas donde todo mundo se conoce, con las nuevas técnicas de la comunicación, información, organización. Con unas y otras podemos enfrentar los problemas a resolver, pero ya sin contraponer como un todo abstracto las organizaciones horizontales y las verticales, sino viendo qué tipo de organizaciones pueden permitirnos el logro más eficiente de nuestros proyectos emancipadores.

En terrenos como los órganos de defensa, y muchos de gobierno y administración, en especial los de servicios especializados como la salud, la construcción urbana o de presas y caminos, y otros servicios de gobierno, de defensa y educación, podemos combinar las organizaciones de tareas jerárquicas con organizaciones de tareas coordinadas y, al mismo tiempo, podemos promover las organizaciones de comunidades y sistemas de comunidades, de cooperativas y sistemas de cooperativas, aisladas o relacionadas entre sí.

En la organización de la vida, y de la democracia, a los flujos de información se añadirán los de bienes y servicios. Y en toda esta organización de organizaciones, las vanguardias y los especialistas tomarán muy en cuenta las experiencias pedagógicas del aprender a aprender, las que nos vienen de Paulo Freire entre muchos otros, y en que para la defensa y el gobierno de regiones y naciones enteras por ellas mismas, ha destacado la revolución cubana, lo que le ha permitido resistir más de 50 años de bloqueo imperialista, y mantenerse como estrella solitaria, tras la dramática caída del campo socialista. Semejante poder de la pequeña isla de Cuba sólo puede explicarse si está uno abierto a entender que en la gran lucha por el mundo moral y combativo, Cuba construyó y materializó una nueva categoría, la del Estado-Pueblo, o Pueblo-Estado.

A esas experiencias se añade en forma, no menos creadora, la que por la autonomía, la libertad, la justicia y la democracia emprendieron el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y los descendientes de los pueblos mayas, que hoy nos convocan, y cuyas aportaciones al diálogo político, al aprender a aprender del discurso que combina narrativas, reflexiones, razón e imaginación, se añade una estrecha unión o fusión entre actos y palabras, entre palabras-cosas-creaciones, caminos todos que han sido y son objeto de admiración mundial, en especial por la juventud. Todos ellos también explican la capacidad de resistir asedios y embates más de 20 años.

* * *

En cuanto al esbozo combativo de la libertad, debo decir que en la libertad veo entre los muchos sentidos que tiene el que destaca moral y política, así como el de quienes no temen conocer la verdad sobre el mundo en que vivimos ni las mejores formas de enfrentar los problemas por poderosos y agresivos que sean los intereses que amenazan… “Para conocer… –nos dijo un miembro de la Junta de Buen Gobierno de una comunidad de la Selva– lo primero que tenemos que hacer es perder el miedo”. Jamás había oído expresar de manera tan clara esa teoría del conocimiento ni exponer un problema que atañe a pueblos y letrados, sobre todo ahora en que la moral se ha ido a la guerra. Y aquí empiezo a hablar de la moral de la integridad, de la que cuida quien tiene una conducta intachable. Y más ahora que el enemigo, entre modelos y escenarios formalizados, virtuales y reales, usa la clásica política de la zanahoria y el garrote.

Un hombre íntegro, intachable está al amparo de los chantajes y presiones del enemigo a quien se vendió…

Al que se vende le recuerda quien lo compró: Remember, you are my man. (“Nomás acuérdate que ya te compré y de lo que puedo decir y hacer decir de ti…”)

El vendido vive bajo la amenaza de que den a conocer sus manchas y tachas quienes lo compraron, y hasta de ser condenado por los jueces, si no obedece en todo lo que le exige, aunque sea más y más.

Si la libertad se da en los orígenes del pensar, decir y hacer, la libertad se enriquece con la batalla de quien ni se vendió ni se rindió.

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Acerca de la justicia es importante recordar que estamos luchando tanto por la justicia personal como por la social. Nada menos que por una y otra, construidas desde abajo y por los de abajo, y con vanguardias que aprenden al enseñar y enseñan al aprender, y que hacen del discurso político un discurso pedagógico, y de su enseñar un enseñar con el ejemplo de su conducta.

El que la justicia sea con todos y para todos implica no quedarse en la defensa de los propios derechos e intereses. Ha de recordar lo que dijo Martí: Patria es humanidad. Ni yo, ni los míos, ni individualismo, ni clientelismo, ni tribalismo antiguo o moderno.

La lucha por la justicia a personas y colectividades replantea los derechos humanos en serio, y no como mero bla-bla-bla. Quien lucha por la justicia de todos y cada uno tiene que estar consciente de que en esta guerra que vivimos, a la campaña que nuestros enemigos hacen para que predomine el individualismo y el consumismo –que tanto les sirve para su política de corrupción con represión, y de zanahoria con garrote– la lucha por la justicia tiene que plantearse como una política que se propone dar término a la sociedad de consumo, a la producción de lujo y de basura y que, al mismo tiempo respeta, como política, las grandes obras de arte de nuestros antepasados, sean arqueológicas o históricas, artísticas, científicas o folclóricas.

Pero entre nuestras prioridades morales y materiales está dar trabajo y con qué trabajar a los despojados, a los excluidos, a los marginados, a los desregulados, a los inmigrantes y trabajadores informales, sin papeles, a los sin techo, sin pan o tortilla, y en este continente, a los pueblos originarios que todavía sufren las lastras del colonialismo material y mental, así como a los descendientes de los esclavos africanos, que con las injusticias sufren la discriminación de ser africanos.

* * *

Para lograr esas metas forzosamente tenemos que plantear la organización de la vida en torno a los valores de la libertad, la justicia y la democracia materializadas, frente a la falsa y mutilada cantinela de los derechos humanos pisoteados por los que hoy dominan de arriba abajo con sus corporaciones y complejos, sus estados, gobiernos y mercados, todos al servicio de la acumulación de su poder, utilidades y riquezas.

La solución de tamaños problemas no se dará por un camino corto ni acostumbrado, más bien obedecerá a una guerra que ya se declaró, como puede comprobarse en todas partes, y en que se combinan como armas principales la corrupción, la represión, y, cuando es el caso, la negociación. Digo que ya se declaró una guerra mundial no convencional que realmente es guerra, que es mundial, y que se está librando en nuestro país y en todos los países del mundo, sin decir que ya se declaró y que ya lleva tiempo de llevarse a cabo.

Si no la vemos, si no nos percatamos de que existe es porque se trata de una guerra hecha de muchas guerras, y unas se dice que son contra el terrorismo y entre terroristas, otras que de sus atrocidades sólo son culpables los musulmanes –que hoy representan lo que para Hitler fueron los judíos–, otras que son de sectas de musulmanes en que combaten sunitas contra chiítas, otras entre unas bandas de narcotraficantes por el extenso dominio de los mercados y así sucesivamente, todas con motivos variados según el tipo de luchas que pueden distraer la atención de la verdadera lucha de la guerra de recolonización del mundo, que de paso encubre los magníficos negocios que con ellas hacen complejos y corporaciones con la venta billonaria de aviones, barcos de guerra, armas de largo y corto alcance, municiones y aprovisionamientos de toda especie, incluso humanitarios, así como con inmensos préstamos impagables que ya ni siquiera para el desarrollo desequilibrado sirven, a cuyas colosales ganancias se añaden los despojos de los deudores que se quedan sin ciudad, sin casa, sin tierras, agua, servicios elementales, hospitales, escuelas, médicos y medicinas, vida, con millones de ellos debilitados por hambrunas, pandemias, virus genéticamente modificados como el ébola, entre otros.

Los países metropolitanos, sede de corporaciones y complejos – civilizados y cristianos–, desde sus comandos de guerra y mira, juegan con sus computadoras en el diseño de esta guerra de crueldades y confusiones que creen poder ganar, con muy pocas bajas de sus fuerzas –y ninguna en las más altas y cercanas.

A los muchos recursos económicos que la guerra les reporta ponen toda su atención y ninguna a los sufrimientos que provocan. Son presidentes, gerentes, gobiernos y comandos eficaces y eficientes que maximizan su poder y utilidades, ya sea en esas formas indirectas y confusas, ya con guerras y medidas abiertas que ponen al orden del día lo que Harvey ha llamado economía por desposesión y que en realidad es economía por despojo, abierto y encubierto, formal e informal, directo y subrogado, con ejércitos de línea y con bandas criminales y sádicas debidamente entrenadas, todas al servicio consciente o inconsciente de complejos y corporaciones que sacan billones y billones de los pobres de la tierra y de los recursos de la Tierra...

* * *

¿A qué seguir? A palabras necias oídos sordos. O como decía aquel presidente norteamericano: They say, ¿what do they say? ¡Let them say! (Dicen, ¿qué dicen? ¡Qué digan!). Es cierto; más que agotar nuestra atención con críticas a los señores del poder y del dinero, tenemos que preguntarnos cuáles son las salidas posibles de este infierno, y cómo podemos hacer posible lo que ahora parece imposible a nivel mundial y en la mayoría de las naciones: construir y crear la libertad, la justicia y la democracia.

La guerra mundial actual no sólo es la que llaman los expertos una guerra de espectro completo, es decir, no sólo se lleva a cabo en el terreno militar, sino en el económico, el político, el ideológico, el informático, el social y cultural –en todos se da la guerra–, pero como si no bastara, la guerra también combina el mundo espectacular y el mundo real, las fuerzas mercenarias de viejo y nuevo tipo con los ejércitos de línea, los escenarios de guerra de distracción con los de guerra realmente existente de los opresores contra los oprimidos, de los explotadores contra los explotados.

Para el renovado engaño se usan las computadoras con escenarios de guerra virtual y de guerra real, de guerras de dominación y acumulación y de guerras a modo…

Es cierto, en medio de tanta pericia que hasta asusta, los neoliberales de la globalización no pueden impedir un enorme fracaso: nada menos que no pueden, como querían, ser una gran potencia unipolar, y en los hechos, el Gran Fracaso se manifiesta cuando quieren usar la política de la zanahoria y el garrote contra el antiguo imperio ruso, durante un tiempo integrado en la Unión Soviética, y en el que esa política no funciona. En la crisis de Ucrania con su presidente nazi, apoyado por el Bloque Occidental, Rusia no abandona sino abiertamente apoya, en lo político y en lo militar, a la gran población rusa que allí vive, y que ha sido golpeada por el nazi y sus aliados.

Tras todos los castigos de Occidente, Rusia les recuerda, por si lo olvidaron, que es una colosal potencia nuclear, absolutamente temible, y cuyas clases dirigentes muestran la decisión de mantener con sus posesiones el poder que les da, el inmenso bloque a que cada vez se suman otras naciones, que a más de disponer de armas nucleares y sistemas de lanzamiento altamente temibles y eficaces, cuentan con el poder de sus propias corporaciones y complejos en que a la cultura del manejo empresarial añaden la del manejo estatal. (Y aquí hablo en términos puramente coyunturales y tácticos).

En todo caso, semejante descalabro del proyecto unipolar –que Immanuel Wallerstein anunció– no le quita al Bloque Occidental su inmensa prepotencia ni su gran ceguera. Hasta hoy parece incapaz de ver la lucha que no puede ganar. Está como ofuscado frente a una crisis que ninguno de los dos bloques puede superar… Y esta tesis, lejos de corresponder a falta de conocimientos o meros deseos, está plenamente comprobada en una sociedad del desconocimiento como la del Bloque Occidental, que dispone de conocimientos notables de que tan orgullosa está, y con fundada razón, mientras al mismo tiempo no quiere ver, ni deja ver los que sin la menor duda implican su condición terminal.

* * *

Voy a enunciar el problema científico más importante en toda la historia pasada y actual, y a terminar con unas observaciones y una pregunta.

Mis observaciones:

1ª. Si esta guerra se está llevando a cabo entre confrontaciones y negociaciones, el objeto de unas y otras es cambiar la correlación de fuerzas en relación con el estado inicial de las fuerzas de dominación y las fuerzas rebeldes, para nosotros emancipadoras. Por todo eso, en el terreno de las negociaciones, la guerra se perderá si la colusión, cooptación y corrupción ganan en ellas.

2ª. La guerra se está librando entre el Bloque Occidental y el Bloque Oriental. La guerra se perderá si los del Bloque Occidental logran derrocar a Putin y en su lugar –como un nuevo acuerdo de clase global– dejan que las fuerzas dominantes de Rusia coloquen a un representante de las corporaciones rusas.

3ª. Si la guerra entre bloques se detiene por un acuerdo globalizador, a muy poco tiempo y aunque se repartan el mundo como se lo repartan, tarde o temprano tendrá que renacer y aumentar la competencia mundial entre uno y otro bloques en necesaria lucha por los mercados y los recursos naturales, lucha que por lo demás ya está ocurriendo.

4ª. Con la alianza de los bloques de complejos y corporaciones seguirá desenfrenadamente la destrucción de la tierra y de sus recursos subterráneos y de la superficie terrestre: marinos, forestales, agrícolas, acuáticos, y de la capa atmosférica que envuelve a la Tierra. Indefectiblemente se probará que la maximización de utilidades y riquezas destruirá la biosfera, es decir, todo lo que hay de vida en la Tierra. Afirmación que nada tiene de catastrofista y que está científicamente comprobada por cientos de científicos del más alto nivel.

5ª. Dado el clima creciente de tensiones y ambiciones dominantes, patológicas y venales, con fomento organizado, subsidiado y entrenado de odios colectivos y de innumerables crueldades, la destrucción mutua asegurada que hace años fue doctrina militar oficial es más vigente que nunca. Corresponde a una tesis plenamente válida con el tipo de armamento actual y con los numerosos países que disponen del mismo, que no sólo son muchos, sino están inmersos en la cultura del odio…

6ª. Necesario y perfectamente posible es comprobar que las ciencias de los sistemas autorregulados y complejos que se manejan para entender y activar al sistema capitalista tienen una gran fiabilidad y exactitud en el estudio e impulso de numerosos problemas, pero que son totalmente incapaces de entender los problemas científicos prohibidos por quienes los contratan y mandan, y si los entienden, los grandes estadistas y exitosos banqueros y gerentes de los complejos militares-empresariales, los “decision Makers”, es decir, quienes toman las decisiones dominantes y soberanas, son totalmente incapaces de aplicarlos.
7ª. Como no solamente vemos que existen claros indicios de la crisis del capitalismo y también de la crisis de la vida humana, y que muchos de ellos o están prohibidos, o son perseguidos, o son desatendidos, o no pueden ser atendidos, consideramos necesario que para enfrentar con la mayor seriedad y libertad científica la defensa de la vida humana y de la vida en la Tierra deben analizar el perfil de una guerra como la actual que se da en varios campos, al mismo tiempo o sucesivamente.

Mirando la historia reciente de las guerras que por todo el mundo y en todos los terrenos y niveles se dan, advertimos no sólo cómo han sido, sino cómo serán las luchas y guerras futuras, formales e informales, con fuerzas armadas de línea y muchas otras subrogadas.

Todas o casi todas las guerras han ocurrido y van a ocurrir entre represiones, corrupciones y negociaciones, y como lo más probable es que así sigan ocurriendo es muy importante tener conciencia de que tras las dos realidades confrontadas se encuentran dos teorías. Realidades y teorías tienen un carácter histórico y variaciones en la geografía y en la organización de las partes considerables, pero entre variaciones hay fenómenos que muestran repetirse una y otra vez.

Las dos teorías en guerra son entre: UNA: La que corresponde a la teoría crítica y al marxismo clásico que destacan la lucha de clases, es decir, la lucha entre los explotadores y los explotados, entre los opresores y los oprimidos… que es la lucha por la libertad, por la justicia, por la democracia, por la autonomía y por la vida. FRENTE A ELLA SE ENCUENTRA: La lucha global neoliberal y neoconservadora, cuyo atractor principal es la maximización de utilidades, poder y riquezas y que para lograr sus metas emplea múltiples recursos, entre los que destacan los que rompen el interés general y de la clase que busca liberarse. Fomentando en sus miembros el individualismo con el yo frente al nosotros, con el nosotros frente a los muchos, excluyendo a los que sufren la explotación y la opresión como trabajadores informales, como pueblos y países despojados de sus tierras cultivables, de sus energéticos, de la producción de sus alimentos, del agua de sus manantiales, sus ríos y sus lagos…

Tal es la guerra que se ha dado y que se va a dar entre represiones, entre corrupciones y entre negociaciones. Y en las tres formas de guerra, de igual importancia será mantener y fortalecer la moral personal y la moral colectiva, la moral de lucha y la moral de cooperación y de compartición, la moral de servicio público en la defensa, y en la producción, y la moral en el respeto a las personas y sus diferencias…

Oventic, 6 de mayo de 2015

Slavoj Zizek: cine y acontecimiento


En una reciente entrevista, el pensador habla de su último libro, enmarcado en la filosofía “del acontecimiento” y del cine, una de sus referencias constantes.

Vamos a enfocarnos en su libro Acontecimiento. Es imposible hablar del concepto de "acontecimiento" sin hablar de Heidegger, el primer filósofo que habló sobre él (el concepto de Ereignis); han seguido este camino Deleuze, Derrida. Sin embargo, el gran filósofo del "acontecimiento" es Alain Badiou. ¿Qué representa Lacan para usted en esta ruta de pensamiento?

—Primero, digo varias cosas en mi libro en relación a este tema filosófico, porque he reunido varias nociones más o menos predominantes. En realidad mi postura es muy cercana a Alain Badiou: de hecho cuando hablo de Acontecimiento me refiero al de Badiou. Puedo decir que es algo nuevo, que aparece casi como un milagro, es contingente y nadie lo espera. Pero una vez que está aquí se convierte en universal en el sentido de que cambia tu vida, le da un giro radical. El ejemplo más bello es el de Badiou en su libro Elogio del amor: amor como Acontecimiento. Pongámoslo de esta manera: vas caminando por la calle, te resbalas por equivocación, te llevan a urgencias en donde una enfermera te cuida, te enamoras de ella y si esto se convierte en un amor verdadero cambia la vida. Esto es lo que me fascina: algo pasa por puro accidente y tu vida cambia por completo. Y sostengo que el Acontecimiento es algo siempre así, incluso en los grandes sucesos políticos. Mira la Revolución de Octubre, nadie la esperaba. Sabemos que meses antes en Suiza, Lenin dijo en un discurso a la juventud socialista: “tal vez ustedes o sus hijos serán los afortunados de ver la revolución socialista”, y sucedió unos meses después, pero con toda una serie de paradojas, tragedias, etcétera. En Egipto, por ejemplo la Primavera Árabe, nadie la esperaba, se dio y todo cambió de alguna forma.

Segundo, también hay otro tipo de acontecimientos que traté de abarcar de una forma condensada. En especial, el psicoanálisis lacaniano es de mucha utilidad, pues a partir de la tríada real-simbólico-imaginario puedo mencionar otros. Digamos, el trauma. ¿Qué significa? Algo sucede que destruye tu universo de significado y entonces el problema es cómo reconstruir tu vida. Este trauma es Acontecimiento. También tenemos un acontecimiento en el sentido de un nuevo mundo; quiero decir, vivimos una situación confusa y alguien nos propone un relato, y sucede de repente que las cosas se aclaran. Este sería el acontecimiento simbólico. Y tenemos uno más cercano a Deleuze, el acontecimiento imaginario como el maravilloso de la poesía haiku o el zen: algo pasa, algo muy pequeño, totalmente superficial, casi inexistente, y lo transforma todo. El punto no es abarcar una sola definición del Acontecimiento sino recorrer o transitar todas las posibles variaciones. También aquí, aunque desafortunadamente de forma muy breve, traté el Acontecimiento heideggeriano, que es el centro de su pensamiento. ¿Cuál es para Heidegger el Acontecimiento verdadero? No es una cosa que sucede en el mundo, sino la llegada de una nueva comprensión ontológica de la realidad. Por ejemplo, cómo aparece el universo para nosotros, cómo lo experimentamos, cuál es su significado para la vida. La comprensión más general de la realidad cambia, como dice Heidegger; en la era moderna el acontecimiento es la subjetividad, en el sentido de Descartes. Nos introducimos a una comprensión totalmente diferente de la realidad con respecto a la anterior época medieval, y así sucesivamente. Ahí tenemos el Acontecimiento. Por supuesto, tenemos dentro de la ciencia de hoy más y más acontecimientos: el campo completo de la física cuántica o por lo menos la cosmología cuántica, que se enfocan en acontecimientos como el sentido del big bang, la explosión inicial, los hoyos negros, entre otros más.

—O el darwinismo, la microbiología molecular.

—Exacto, es a lo que me refiero. Hubo un problema con mi libro publicado en inglés inicialmente por Penguin: estaba un poco largo y me insistieron que lo cortara. Así, desafortunadamente, no pude cubrir este material pues mi primera opción habría sido precisamente lo que acabas de mencionar. Te digo una cosa: en biología moderna a quien aprecio mucho es al chileno Francisco Varela. Lo admiro mucho y, aunque ya murió, fue el gran filósofo del acontecimiento biológico. Realmente tengo pesar por no haber podido cubrir esto tampoco.

—Usted emplea tres formas diferentes para referirse al Acontecimiento; permítame citar una directamente de su libro: "Acontecimiento es un punto de inflexión radical, que es, en su auténtica dimensión, invisible". ¿Podría explicar para los no filósofos esta definición?

—El acontecimiento es invisible porque no lo vemos. Desde el punto de vista de Heidegger o incluso de Badiou, no es lo que vemos sino el cambio en el horizonte, en la forma en que vemos las cosas. Como en la bella película de Lars Von Trier, Melancolía, el gran planeta o asteroide iba a golpear a nuestra tierra y todos nosotros íbamos a desaparecer; este es también otro tipo de acontecimiento. Pero básicamente el acontecimiento es cuando las cosas inexplicablemente cambian. La gente dice que es extraño porque si se miran las cosas parecen iguales, pero aparecen con una luz diferente. De alguna forma todo parece diferente aunque no podemos decir exactamente por qué o cómo se ven diferentes. Este es el acontecimiento más sutil. Insisto: es invisible no porque sea un poder místico oculto, sino porque no es lo que se ve, es la modalidad de tu ver, tu mirada. Ves las cosas de diferente manera. Encuentro esto en diferentes niveles, incluso en el budismo. Como los budistas radicales te podrían decir sobre la iluminación budista, como acontecimiento, no implica que algo cambia en la realidad sino lo que cambia es la forma en que uno se relaciona con la realidad

(…)

—¿Esto significa que la filosofía en este momento necesitará hablar del Acontecimiento como el problema del mundo?

—No como problema del mundo sino que, insisto, el acontecimiento es un concepto filosófico interesante; no es evidente qué significa en sí. Hay varias definiciones diferentes y mi punto no es reducirlas a una, ni decir solamente esto es un acontecimiento. La meta de mi pequeño libro es únicamente dar a mis lectores una idea general de todas las diferentes e, incluso, incompatibles dimensiones del acontecimiento. Desde la más radical, como por ejemplo si eres cristiano, sobre la creación del mundo, o si eres un científico, el big bang o una gran catástrofe. Desde estos mega acontecimientos, los grandes acontecimientos filosóficos, hasta el nivel más superficial (para algunas personas el acontecimiento es un nuevo best-seller, o alguna fotografía de un escándalo o lo que sea), no estoy simplemente preguntando lo que es un acontecimiento. La pregunta que estoy haciendo es: qué nos significa; todos los posibles, diferentes, significados cuando hablamos acerca de un acontecimiento. Qué damos a entender cuando decimos que este es un acontecimiento.

—Lo importante es poder ubicar al acontecimiento en un lugar y momento determinado, por ejemplo el aborto y los problemas de la neurociencia.

—Estoy de acuerdo contigo, pero de nuevo los problemas inmediatamente surgen: ¿por qué tenemos que aceptar el hecho de que la verdad última del ser humano es solamente accesible a la neurobiología y que todos los demás discursos —teológico, filosófico, psicológico— son solamente ilusiones, cuentos y cosas así? No estoy negando la gran importancia y valor de la neurobiología, solamente me pregunto: ¿es la única y exclusiva?, ¿es el último y único medio para alcanzar la verdad? Porque esto es lo que varios neurobiólogos afirman: “nosotros somos la verdadera ciencia del ser humano”. Todo lo demás, psicología, metafísica, arte, son imaginaciones. Pueden ser inteligentes, efectivos, pero no son la verdad. Insisto: las cosas son más complejas aquí.

—Hablemos de cine…

—Cuando tú me llamaste estaba viendo una película en copia pirata, en Europa todos somos piratas… La película está basada en la novela de Patricia Highsmith Two Faces of January; empecé a verla antes de que tú llamaras. Estoy viendo mi copia pirata. Soy un cinéfilo absoluto. Está muy de moda hablar en Europa de Luis Buñuel. Ya sea su etapa en España o Francia, y después de su regreso a Europa, sus últimos filmes: El discreto encanto de la burguesía, y otras. Pero me gustan mucho sus películas mexicanas. ¿Cuál es el título que hizo Buñuel en México? Una versión excelente de Cumbres borrascosas de Emily Brontë, y le puso algo así como Torrente de pasiones.

— Se titula Abismos de pasión, de 1953.

—Es una excelente versión. Me gusta mucho el Buñuel mexicano, no todas sus películas pero sí la mayoría. También me gusta el trabajo de Alfonso Cuarón. Yo di, hace dos meses, una entrevista para Criterion Collection que publicó la edición definitiva de Y tu mamá también. Más allá de que sea una película con su lado cómico, hay algunos aspectos en ella que me gustan tremendamente. Primero, el uso de la voz en off contando lo que está pasando, como una voz objetiva que de repente se impone para decir una verdad desagradable, como en el final de la película, cuando los dos amigos se reúnen y esta voz fría dice: ‘esta es la última vez que se van a ver’, después regresamos a ellos y creo que Gael García Bernal le dice al otro: ‘nos veremos pronto otra vez’, y nunca se vuelven a ver. Segundo, me gusta cómo introduce la parte política y de violencia social, ya que permanece como trasfondo. Puedes ver a la policía que está arrestando gente, pero esto solamente sucede en el fondo. De esta forma se muestra la violencia mucho más opresiva. También me gusta su película no mexicana, Children of Men, para la cual le hice una especie de entrevista para la edición en DVD. Me gusta mucho Cuarón.

—En su libro hay 17 referencias de películas. Más allá de ser un referente cultural urbano actual, ¿qué representa el cine para usted?

—Debo decir que es más complicado que eso. Desafortunadamente, la mayor parte del tiempo no puedo hacer un análisis cinematográfico pormenorizado, solamente utilizo rudimentariamente el cine como una serie de ejemplos para ilustrar un punto teórico o un punto de crítica ideológica. Espero ir más allá y hacer más, como lo que escribí de Hitchcock, Kieslowski, Tarkowsky; ahí sí hice un análisis detallado que significa encontrar la dimensión espiritual, la idea y demás, en la forma misma. Lo que me fascina en el cine es la definición de la gran cinematografía: la película cuenta una historia, pero la forma en que la historia es contada está generalmente en cierta tensión con la historia explícita y puedes tener un mensaje totalmente diferente de la forma en que la película fue filmada. Por ejemplo, la que considero que es una pieza maestra de la cinematografía americana, Short Cuts de Robert Altman: es una especie de crítica pseudoizquierdista de la alienación de la clase media en Los Ángeles, de la desesperación en la vida. La estructura de la película, la idea de diez líneas paralelas y múltiples encuentros contingentes, casi deleuzeana, da lugar a la idea de que hay una tensión entre forma y contenido

El Universal, México/GDA. Traducción de Dora-Lety López Calzada y Juan Pablo Rendón González) contenido